sábado, 31 de marzo de 2018

El poeta y la rosa


Una fresca mañana 
En el florido campo 
Un poeta buscaba 
Las delicias de mayo. 
Al peso de las flores 
Se inclinaban los ramos, 
Como para ofrecerse 
Al huésped solitario. 
Una rosa lozana, 
Movida al aire blando, 
Le llama, y él se acerca; 
La toma y dice ufano: 
Quiero, rosa, que vayas, 
No más que por un rato, 
Y que la hermosa Clori 
Te reciba en su mano. 
Mas, no, no, pobrecita, 
Que si vas a su lado 
Tendrás de su hermosura 
Unos celos amargos. 
Tu suave fragancia, 
Tu color delicado, 
El verdor de tus hojas
Y tus pimpollos caros 
Entre estas florcillas 
Pueden ser alabados; 
Mas junto a Clori bella 
Es locura pensarlo. 
Marchita, cabizbaja 
Te irías deshojando, 
Hasta parar tu vida 
En un desnudo cabo.
La rosa, que hasta entonces 
No despegó sus labios, 
Le dijo resentida: 
“Poeta chabacano, 
Cuando a un héroe quieras 
Coronar con el lauro, 
Del jardín de sus hechos 
Has de cortar los ramos; 
Por labrar su corona, 
No es justo que tus manos 
Desnuden otras sienes, 
Que la virtud y el mérito adornaron”.



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martes, 27 de marzo de 2018

Federico Garcia Lorca

ALBA

Mi corazón oprimido
siente junto a la alborada
el dolor de sus amores
y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semillero de nostalgias
y la tristeza sin ojos
de la médula del alma.
La gran tumba de la noche
su negro velo levanta
para ocultar con el día
la inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
cogiendo nidos y ramas,
rodeado de la aurora
y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
muertos a las luces claras
y no ha de sentir mi carne
el calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempre
en aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada. 


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lunes, 26 de marzo de 2018

Las cabras y sus barbas

 Las cabras y sus barbas
Las cabras, que habían obtenido su barba por una petición a Zeus, produjo que los cabros quedaran profundamente disgustados y se quejaban de que las hembras los igualaran en dignidad. 
--Permítales--dijo Zeus, --de que ellas disfruten de un honor vacío y de que asuman la insignia de su noble sexo, en tanto que ellas no los igualarán a ustedes en fuerza o coraje.--
 No importa si otros se parecen exteriormente a nosotros, si conocemos muy bien las diferencias en las cualidades interiores.




sábado, 24 de marzo de 2018

El asno sesudo





Cierto burro pacía 
En la fresca y hermosa pradería 
Con tanta paz, como si aquella tierra 
No fuese entonces teatro de la guerra. 
Su dueño, que con miedo le guardaba, 
De centinela en la ribera estaba: 
Divisa al enemigo en la llanura, 
Baja, y al buen borrico le conjura 
Que huya precipitado. 
El asno, muy sesudo y reposado. 
Empieza a andar a paso perezoso. 
Impaciente su dueño y temeroso 
Con el marcial ruido 
De bélicas trompetas al oído. 
Le exhorta con fervor a la carrera. 
“¡Yo correr! -dijo el asno-, bueno fuera: 
Que llegue enhorabuena 
Marte fiero: 
Me rindo, y él me lleva prisionero. 
¿Servir aquí o allí, no es todo uno?
¿Me pondrán dos albardas? no, ninguno. 
Pues nada pierdo, nada me acobarda: 
Siempre seré un esclavo con albarda”. 
No estuvo más en sí, ni más entero 
Que el buen pollino. Amidas el barquero 
Cuando en su humilde choza le despierta 
César con sus soldados a la puerta, 
Para que a la Calabria los guiase. 
¿Se podría encontrar quien no temblase 
Entre los poderosos 
De insultos militares horrorosos 
De la guerra enemiga? 
No hay sino la pobreza que consiga 
Esta gran exención: de aquí le viene: 
Nada teme perder quien nada tiene.




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miércoles, 14 de marzo de 2018

La viña



Una viña se encontraba exuberante en los días de la cosecha con hojas y uvas. Una cabra que pasaba por ahí mordisqueó sus zarcillos y tiernas hojas. La viña le reclamó: 
-¿Por qué me maltratas sin causa y comes mis hojas? ¿No ves que hay zacate suficiente? Pero no tendré que esperar demasiado por mi venganza, pues si sigues comiendo mis hojas y me maltratas hasta la raíz, yo proveeré el vino que echarán sobre ti cuando seas la víctima del sacrificio.

Los maltratos hechos con intención, tarde o temprano regresan a quien los hizo, muchas veces bajo otra vestidura.


martes, 13 de marzo de 2018

Los bueyes contra los carniceros


Decidieron un día los bueyes destruir a los carniceros, quienes, decían los bueyes, estaban acabando con su gremio. 
Se reunieron entonces para llevar a cabo su objetivo, y afilaron finamente sus cuernos. 
Pero uno de ellos, el más viejo, un experimentado arador de tierras, les dijo: 
- Esos carniceros, es cierto, nos matan y destrozan, pero lo hacen con manos preparadas, y sin causarnos dolor. Si nos deshacemos de ellos, caeremos en manos de operadores inexpertos y entonces sí que sufriríamos una doble muerte. Y les aseguro, que aunque ya no haya ni un solo carnicero, los humanos seguirán buscando nuestra carne.

Nunca trates de cambiar un mal por otro peor.



lunes, 12 de marzo de 2018

El mercader de sal y el asno


Llevó un mercader a su asno a la costa para comprar sal. 
En el camino de regreso a su pueblo pasaban por un río, en el cual, en un hueco, su asno resbaló mojando su carga. Cuando se levantó sintió aliviado su peso considerablemente, pues bastante de la sal se había diluido. 
Retornó el mercader de nuevo a la costa y cargó más sal que la vez anterior. 
Cuando llegaron otra vez al río, el asno se tiró de propósito en el mismo hoyo en que había caído antes, y levantándose de nuevo con mucho menos peso, se enorgullecía triunfantemente de haber obtenido lo que buscó. 
Notó el comerciante el truco del asno, y por tercera vez regreso a la costa, donde esta vez compró una carga de esponjas en vez de sal. 
Y el asno, tratando de jugar de nuevo a lo mismo, se tiro en el hueco del río, pero esta vez las esponjas se llenaron de agua y aumentaron terriblemente su peso. 
Y así el truco le rebotó al asno, teniendo que cargar ahora en su espalda más del doble de peso.

Tratar de evitar el deber haciendo trucos, sólo nos dañara a nosotros mismos.


domingo, 11 de marzo de 2018

Los jóvenes y las ranas




Varios jóvenes, jugando cerca de un estanque, vieron un grupo de ranas en el agua y comenzaron a apedrearlas. 
Habían matado a varias, cuando una de las ranas, sacando su cabeza gritó: 
- Por favor, paren muchachos, que lo que es diversión para ustedes, es muerte y tristeza para nosotras.

Antes de tomar una acción que creas te beneficia, ve primero que no perjudique a otros.


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viernes, 9 de marzo de 2018

El niño y los dulces


Un niño metió su mano en un recipiente lleno de dulces. Y tomó lo más que pudo, pero cuando trató de sacar la mano, el cuello del recipiente no le permitió hacerlo. 
Como tampoco quería perder aquellos dulces, lloraba amargamente su desilusión. 
Un amigo que estaba cerca le dijo: - Confórmate solamente con la mitad y podrás sacar la mano con los dulces-.

Nunca trates de abarcar más de lo debido, pues te frenarás.

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jueves, 8 de marzo de 2018

La plaga de la peste




En los montes, los valles y collados
De animales poblados,
Se introdujo la peste de tal modo,
Que en un momento lo inficiona todo.  
Allí donde su corte el león tenía
Mirando cada día
Las cacerías, luchas y carreras
De mansos brutos y de bestias fieras,  
Se veían los campos ya cubiertos
De enfermos miserables y de muertos.
"Mis amados hermanos -
Exclamó el triste rey-, mis cortesanos, 
Ya veis que el justo Cielo nos obliga
A implorar su piedad, pues nos castiga
Con tal horrenda plaga;
Tal vez se aplacará con que se le haga  
Sacrificio de aquel más delincuente,
Y muera el pecador, no el inocente.
Confiese todo el mundo su pecado:
Yo cruel, sanguinario, he devorado
Inocentes corderos,
Ya vacas, ya terneros:
Y he sido a fuerza de delito tanto.
De la selva terror, del bosque espanto".  
"Señor -dijo la zorra-, en todo eso
No se halla más exceso
Que el de vuestra bondad, pues que se digna
De teñir en la sangre ruin, indigna 
De los viles cornudos animales
Los sacros dientes y las uñas reales".
Trató la corte al rey de escrupuloso:
Allí del tigre, de la onza y oso 
Se oyeron confesiones
De robos y de muertes a millones;
Mas entre la grandeza sin lisonja
Pasaron por escrúpulos de monja. 
El asno sin embargo, muy confuso
Prorrumpió: "Yo me acuso
Que al pasar por un trigo este verano.
Yo hambriento y él lozano, 
Sin guarda ni testigo
Caí en la tentación, comí del trigo".
"¡Del trigo! ;y un jumento!
-Gritó la zorra-. ¡Horrible atrevimiento!"  
Los cortesanos claman: "Éste, éste
Irrita al Cielo que nos da la peste".
Pronuncia el rey de muerte la sentencia,
Y ejecutóla el lobo a su presencia. 
Te juzgarán virtuoso
Si eres, aunque perverso, poderoso.
aunque bueno, por malo detestable
Cuando le miren pobre, miserable.  
Esto hallara en la corte, quien lo vea;
aun en el mundo todo. ¡Pobre Astrea! 


domingo, 4 de marzo de 2018


Un herrero tenía
Un perro que no hacia
Sino comer, dormir y estar echado
De la casa jamás tuvo cuidado.

Levantábase sólo a mesa puesta:
Entonces con gran fiesta
Al dueño se acercaba,
Con perrunas caricias lo halagaba,

Mostrando de cariño mil excesos
Por pillar las piltrafas y los huesos.
«He llegado a notar -le dijo el amo-,
Que aunque nunca te llamo,

A la mesa te llegas prontamente.
En la fragua jamás te vi presente.
Y yo me maravillo
De que, no despertándote el martillo,

Te desveles al ruido de mis dientes.
¡Anda, anda, poltrón; no es bien que cuentes
Que el amo, hecho un gañán y sin reposo,
Te mantiene a lo conde muy ocioso!»

El perro le responde:
«¿Qué más tiene que yo cualquiera conde?
Para no trabajar, debo al Destino
Haber nacido perro y no pollino».

«¡Pues, señor conde, fuera de mi casa!
¡Verás en las demás lo que te pasa!»
En efecto; salió a probar fortuna,
las casas anduvo de una en una:

Allí le hacen servir de centinela
Y que pase la noche toda en vela;
Acá, de lazarillo y de danzante;
Allá, dentro de un horno, a cada instante

Asa la carne que comer no espera.
Al cabo conoció de esta manera
Que el destino, y no es cuento,
A todos nos cargó como al jumento.


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El parto de los montes




Con varios ademanes horrorosos 
Los montes de parir dieron señales: 
Consintieron los hombres temerosos 
Ver nacer los abortos más fatales: 
Después que con bramidos espantosos 
Infundieron pavor a los mortales, 
Estos montes, que el mundo estremecieron.
Un ratoncillo fue lo que parieron.
Hay autores que en voces misteriosas.
Estilo fanfarrón y campanudo,
Nos anuncian ideas portentosas:
Pero suele a menudo,
Ser el fruto de su pensamiento,
Después de tanto ruido, sólo viento.


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