miércoles, 30 de mayo de 2018

El mercader de estatuas


Un hombre hizo una estatuilla de un Hermes en madera y la  llevó a la plaza  para su venta. 
Como nadie llegaba a comprarla, se le ocurrió llamar la atención anunciando que vendía un dios que obsequiaba  bondades y beneficios. Entonces uno de los curiosos le dijo:
- Oye, si tan bueno es, ¿por qué la vendes y no te aprovechas de su ayuda?
- Porque yo, contestó aquél- necesito la ayuda inmediatamente, y él nunca se apura en conceder sus beneficios.

Nunca dejes que el momentáneo interés material predomine sobre el espíritu. 

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