lunes, 26 de febrero de 2018

El cuervo y la oveja



Un cuervo, acostumbrado a molestar, se asentó al dorso de una oveja. La oveja, muy en contra de su voluntad, la llevó de uno a otro lado durante mucho tiempo, y por fin dijo:
--Si usted hubiera tratado a un perro de esta manera, habría sido su  postre en sus dientes agudos.--
A esto el cuervo contestó:
--Desprecio al débil y cedo ante el fuerte. Sé a quien puedo intimidar y a quien debo adular; así prolongo mi vida a una vejez buena.--

Quien no tiene propósitos definidos para su vida, sólo puede vivir bajo las sombras ajenas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario