miércoles, 31 de enero de 2018

Fábula El perro y el herrero

Un herrero tenía
Un perro que no hacia
Sino comer, dormir y estar echado
De la casa jamás tuvo cuidado.

Levantábase sólo a mesa puesta:
Entonces con gran fiesta
Al dueño se acercaba,
Con perrunas caricias lo halagaba,

Mostrando de cariño mil excesos
Por pillar las piltrafas y los huesos.
«He llegado a notar -le dijo el amo-,
Que aunque nunca te llamo,

A la mesa te llegas prontamente.
En la fragua jamás te vi presente.
Y yo me maravillo
De que, no despertándote el martillo,

Te desveles al ruido de mis dientes.
¡Anda, anda, poltrón; no es bien que cuentes
Que el amo, hecho un gañán y sin reposo,
Te mantiene a lo conde muy ocioso!»

El perro le responde:
«¿Qué más tiene que yo cualquiera conde?
Para no trabajar, debo al Destino
Haber nacido perro y no pollino».

«¡Pues, señor conde, fuera de mi casa!
¡Verás en las demás lo que te pasa!»
En efecto; salió a probar fortuna,
las casas anduvo de una en una:

Allí le hacen servir de centinela
Y que pase la noche toda en vela;
Acá, de lazarillo y de danzante;
Allá, dentro de un horno, a cada instante

Asa la carne que comer no espera.
Al cabo conoció de esta manera
Que el destino, y no es cuento,
A todos nos cargó como al jumento.





viernes, 26 de enero de 2018

Los animales con peste, fábula


En los montes, los valles y collados
De animales poblados,
Se introdujo la peste de tal modo,
Que en un momento lo inficiona todo.  
Allí donde su corte el león tenía
Mirando cada día
Las cacerías, luchas y carreras
De mansos brutos y de bestias fieras,  
Se veían los campos ya cubiertos
De enfermos miserables y de muertos.
"Mis amados hermanos -
Exclamó el triste rey-, mis cortesanos, 
Ya veis que el justo Cielo nos obliga
A implorar su piedad, pues nos castiga
Con tal horrenda plaga;
Tal vez se aplacará con que se le haga  
Sacrificio de aquel más delincuente,
Y muera el pecador, no el inocente.
Confiese todo el mundo su pecado:
Yo cruel, sanguinario, he devorado
Inocentes corderos,
Ya vacas, ya terneros:
Y he sido a fuerza de delito tanto.
De la selva terror, del bosque espanto".  
"Señor -dijo la zorra-, en todo eso
No se halla más exceso
Que el de vuestra bondad, pues que se digna
De teñir en la sangre ruin, indigna 
De los viles cornudos animales
Los sacros dientes y las uñas reales".
Trató la corte al rey de escrupuloso:
Allí del tigre, de la onza y oso 
Se oyeron confesiones
De robos y de muertes a millones;
Mas entre la grandeza sin lisonja
Pasaron por escrúpulos de monja. 
El asno sin embargo, muy confuso
Prorrumpió: "Yo me acuso
Que al pasar por un trigo este verano.
Yo hambriento y él lozano, 
Sin guarda ni testigo
Caí en la tentación, comí del trigo".
"¡Del trigo! ;y un jumento!
-Gritó la zorra-. ¡Horrible atrevimiento!"  
Los cortesanos claman: "Éste, éste
Irrita al Cielo que nos da la peste".
Pronuncia el rey de muerte la sentencia,
Y ejecutóla el lobo a su presencia. 
Te juzgarán virtuoso
Si eres, aunque perverso, poderoso.
aunque bueno, por malo detestable
Cuando le miren pobre, miserable.  
Esto hallara en la corte, quien lo vea;
aun en el mundo todo. ¡Pobre Astrea! 



jueves, 25 de enero de 2018

El hombre calvo y la mosca Fábula de Esopo


Un mosquito, para alimentarse, se posaba sobre la cabeza desnuda de un hombre calvo, quien  procurando destruirlo, se dio una pesada palmada. Huyendo, el mosquito dijo en tono burlón:
--Usted, que ha buscado venganza, hasta con la muerte, por la presencia de un insecto diminuto, vea qué daño se ha hecho por añadir su propio  insulto a la herida.--
El hombre calvo contestó:
--Puedo hacer fácilmente la paz conmigo, porque sé que yo no tenía ninguna intención de dañarme. Pero en cuanto a usted, un insecto mal favorecido y desdeñable que se deleita con sorber la sangre humana, lamento que yo no pudiera haberle matado aun si yo hubiera incurrido en una pena más pesada.--

Muchas veces, por no pensar en defendernos con un plan adecuado, el daño nos lo hacemos nosotros mismos.



lunes, 22 de enero de 2018

El lobo y el mastín

El lobo y el mastín



Los celosos pastores disponían 
En lo oculto del bosque y de los cerros, 
Porque matar querían 
A un lobo, por el bárbaro delito 
De no dejar con vida ni un cabrito. 
Hallóse cara a cara 
Un mastín con el lobo de repente, 
Y cada cual se para, 
Tal como en Zama estaban frente a frente 
Antes de la batalla, muy serenos, 
Aníbal y Escipión: ni más ni menos. 
En esta suspensión, treguas propone 
El lobo a su enemigo; 
El mastín no se opone; 
Antes le dice: «Amigo, 
Es cosa muy extraña, por mi vida, 
Meterse un señor lobo a cabricida. 
Ese cuerpo brioso
Y de pujanza fuerte
Que mate al jabalí, que venza al oso:
¿Mas qué dirán al verte
Que lo valiente y fiero
Empleas en la sangre de un cordero?»
El lobo le responde: «Camarada,
Tienes mucha razón: en adelante
Propongo no comer sino ensalada.
Se despiden, y toman el portante.
Informados del hecho,
Los pastores se apuran y patean,
Agarran al mastín, y le apalean.
Digo que fue bien hecho;
Pues, en vez de ensalada, en aquel año,
Se fue comiendo el lobo su rebaño.
¿Con una reprensión, con un consejo,
Se pretende quitar un vicio añejo?






El herrero y el perro

Un herrero tenía
Un perro que no hacia
Sino comer, dormir y estar echado
De la casa jamás tuvo cuidado.

Levantábase sólo a mesa puesta:
Entonces con gran fiesta
Al dueño se acercaba,
Con perrunas caricias lo halagaba,

Mostrando de cariño mil excesos
Por pillar las piltrafas y los huesos.
«He llegado a notar -le dijo el amo-,
Que aunque nunca te llamo,

A la mesa te llegas prontamente.
En la fragua jamás te vi presente.
Y yo me maravillo
De que, no despertándote el martillo,

Te desveles al ruido de mis dientes.
¡Anda, anda, poltrón; no es bien que cuentes
Que el amo, hecho un gañán y sin reposo,
Te mantiene a lo conde muy ocioso!»

El perro le responde:
«¿Qué más tiene que yo cualquiera conde?
Para no trabajar, debo al Destino
Haber nacido perro y no pollino».

«¡Pues, señor conde, fuera de mi casa!
¡Verás en las demás lo que te pasa!»
En efecto; salió a probar fortuna,
las casas anduvo de una en una:

Allí le hacen servir de centinela
Y que pase la noche toda en vela;
Acá, de lazarillo y de danzante;
Allá, dentro de un horno, a cada instante

Asa la carne que comer no espera.
Al cabo conoció de esta manera
Que el destino, y no es cuento,
A todos nos cargó como al jumento.





jueves, 18 de enero de 2018

Juan Gelman

El juego en que andamos
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos, 
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría 
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría 
este amor con que odio, 
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores, 
que me juego la muerte. 


http://www.manosalarte.com/juangelman.html

miércoles, 17 de enero de 2018

El alción


El alción

Este pájaro gusta de la soledad y vive siempre a orillas y sobre el mar. Se dice que para huir de los hombres que le dan caza, hace su nido en las rocas de la orilla. 
Un día un alción que iba a poner, se encaramó a un montículo, y divisando un peñasco erecto dentro del mar, hizo en él su nido. Al otro día que salió en busca de comida, se levantó el mar por una borrasca, alcanzó al nido y ahogó a los pajarillos. Al regresar el alción y ver lo sucedido, exclamó:
-- ¡ Desdichado de mí, huyendo de los peligros conocidos de la tierra, me refugié dentro del mar y me fue peor !

Si tienes que adentrarte en lo desconocido, ten en cuenta la llegada de sorpresas agradables y desagradables.
 Nunca te confíes a ciegas de lo que no conoces. En terrenos nuevos, anda con paso sereno y ojos bien abiertos.


viernes, 12 de enero de 2018

El plumaje de la golondrina y el cuervo


La golondrina y el cuervo discutían acerca de su plumaje. El cuervo terminó la discusión alegando:
- Tus plumas serán muy bonitas en el verano, pero las mías me cobijan contra el invierno.

Lo que sólo sirve para presumir, no es valioso en realidad.

jueves, 11 de enero de 2018

Hay fábulas que nos recuerdan la política

El águila y el milano

Un águila, abrumada con una pena, se sentó sobre las ramas de un árbol en compañía de un Milano. 
--¿Por qué-- dijo que el Milano,-- tienes una mirada tan pesarosa?--
--Busco-- contestó ella,-- un compañero conveniente para mí, y no he sido capaz de encontrarlo.--
--Acéptame-- respondió el Milano,-- soy mucho más fuerte que tú.--
--¿Y cómo eres capaz de asegurar los medios de vida por medio de los raptos?--
--Bien, yo a menudo he capturado y llevado a un avestruz en mis garras.--
El águila, persuadida por estas palabras, lo aceptó como su compañero.
Poco después de las nupcias, el águila dijo:
--Vuela y tráeme el avestruz que me prometiste.--
El milano, elevándose a lo alto en el aire, regresó con el ratón más lamentable posible, apestando por el tiempo que había estado sobre los campos. 
--¿Es esta-- dijo el Águila,-- la realización fiel de tu promesa a mí?--
El milano contestó:
--Por alcanzar tu mano real, no hay nada que yo no hubiera prometido, por más que yo supiera que podría fallar en la realización.--

Para quien está decidido a alcanzar un objetivo deshonestamente, no le importa hacer promesas falsas.




martes, 9 de enero de 2018

La cabra y el asno


Una cabra y un asno comían al mismo tiempo en el establo.
La cabra empezó a envidiar al asno porque creía que él estaba mejor alimentado, y le dijo:
-- Entre la noria y la carga, tu vida sí que es un tormento inacabable. Finge un ataque y déjate caer en un foso para que te den unas vacaciones.
Tomó el asno el consejo, y dejándose caer se lastimó todo el cuerpo. Viéndolo el amo, llamó al veterinario y le pidió un remedio para el pobre. Prescribió el curandero que necesitaba una infusión con el pulmón de una cabra, pues era muy efectivo para devolver el vigor. Para ello entonces degollaron a la cabra y así curar al asno.

En todo plan de maldad, la víctima principal siempre es su propio creador.



sábado, 6 de enero de 2018

El camello que estercoló en el río


Atravesaba un camello un río de aguas rápidas. Sintió la necesidad de estercolar, y viendo enseguida que pasaba delante de él su excremento, arrastrado por el río , exclamó:
-- ¿ Cómo sucede esto ? ¡ Lo que estaba atrás mío, ahora lo veo pasar adelante !

Es como en algunos estados o empresas, donde los incapaces y los corruptos pasan a ocupar los primeros lugares, en lugar de los más sensatos, honestos y capaces. Si llegas a tener puestos de mando, promueve siempre a los mejores.



martes, 2 de enero de 2018

El camello y Zeus

El camello y Zeus

Sentía el camello envidia por los cuernos del toro, y quiso obtener los suyos propios. Para esto fue a ver a Zeus, pidiéndole le regalara a él unos semejantes. Pero Zeus, indignado de que no se contentara de su gran tamaño y fuerza, no sólo le negó el darle los cuernos, sino que además le cortó una parte de las orejas.

La envidia no es buena consejera. Cuando quieras mejorar en algo, hazlo con tu esfuerzo y por tu deseo de progresar, no porque tu vecino lo tenga.




lunes, 1 de enero de 2018

Las cabras monteses y el cabrero

 Las cabras monteses y el cabrero
Llevó un cabrero a pastar a sus cabras y de pronto vio que las acompañaban unas cabras monteses. LLegada la noche, llevó a todas a su gruta.
A la mañana siguiente estalló una fuerte tormenta y no pudiendo llevarlas a los pastos, las cuidó dentro. Pero mientras a sus propias cabras sólo les daba un puñado de forraje, a las monteses les servía mucho más, con el propósito de quedarse con ellas. Terminó al fin el mal tiempo y salieron todas al campo, pero las cabras monteses escaparon a la montaña. Las acusó el pastor de ingratas, por abandonarle después de haberlas atendido tan bien; mas ellas le respondieron:
-- Mayor razón para desconfiar de tí, porque si a nosotras recién llegadas, nos has tratado mejor que a tus viejas y leales esclavas, significa esto que si luego vinieran otras cabras, nos despreciarías a nosotras por ellas.

Nunca confíes en quien pretende tu nueva amistad a cambio de abandonar a las que ya tenía.